lunes, 29 de octubre de 2007

la semana (I)

Como algunos de vosotros ya sabréis, el pasado sábado se dio el pistoletazo de salida a la XVIII Semana de Cine Fantástico y de Terror de San Sebastian y desde cultusaurios no podíamos permitirnos faltar a la cita.

La sesión inaugural estuvo precedida de un terrorífico desfile a cargo de la compañía Morboria. Zombis y demonios recorrieron la parte vieja donostiarra congregando un gran numero de curiosos en torno al Teatro Principal. Espectacular.

Una vez dentro, el ambiente era excepcional. Se notaba que la gente estaba con muchísimas ganas de gritar y de pasárselo bien. Tras una breve discurso por parte de los presentadores, se procedió con el homenaje a Hideshi Hino, uno de los mas conocidos autores del manga de terror. Una vez hubo acabado su ininteligible discurso, el señor Hino deleitó al respetable con una divertida demostración de su dominio de la katana. Sobran las palabras.
A continuación, pudimos disfrutar de un pequeña representación cómica por parte de los presentadores y de la proyección de dos cortometrajes: Lapsus (2007) de J.P. Zaramella y Même les pigeons vont au paradis (2007) de S. Tourneux. El primero mejor que el segundo.

Era el turno del plato fuerte de la noche: Los cronocrímenes, el primer largometraje de Nacho Vigalondo. Tras su exitoso paso por Austin y Sitges había muchas ganas de verla. La fugaz presentación de la película corrió a cargo del propio Nacho Vigalondo, de Karra Elejalde (protagonista del filme) y del productor.
La película me gustó mucho. Creo que a estas alturas no destripo nada a nadie si digo que el argumento gira en torno a viajes en el tiempo y ¡me gustan mucho las pelis de viajes en el tiempo! Sin embargo, este hecho no debería echar a nadie hacia atrás. No hace falta ser un enamorado de la ciencia-ficción para poder seguir el desarrollo de la trama e interpretar cada uno de los giros que van sucediéndose. En ese aspecto, se podría decir que la película peca de simpleza, pero es esta simpleza la que permite que todos los cabos de la historia queden bien atados (los que se quieren atar, claro, porque ya me gustaría que alguien me explicara como demonios encuentra la batería en la hierba!) y eso es algo que se agradece. La película tiene unos cuantos toques de humor (principalmente durante la segunda mitad) y un magnífico desnudo de Barbara Goenaga que hizo enloquecer a la sala.

Quizá no es la película que esperaba, pero no me defraudó.

Si quereis ver alguna foto más, aquí.

No hay comentarios: