sábado, 3 de noviembre de 2007

la semana (III)

La Noche Más Oscura de la semana suele ser sinónimo de objetos bien afilados y hectolitros de sangre. La del jueves pasado no fue una excepción.

Una vez más, el ambiente en el Teatro Principal era inmejorable y, como se pudo comprobar a lo largo de la noche, muchos de los habituales estuvieron aun mas inspirados que durante los días anteriores. La velada comenzó con un par de sketches que no funcionaron demasiado bien. Los diversos problemas con el sonido tampoco ayudaron y los abucheos y el alboroto generalizado que se organizó en el patio de butacas provocaron que se precipitara ligeramente la proyección de los dos cortometrajes a concurso: Animal farm (2007) (animación) de Jeong Min-ji y The descendent (2006) de Robert Glickert.

El primero era raro de cojones: padres de familia, amparados en el anonimato que les otorgan las máscaras antigás que se enfundan, compran y devoran jovencitas caracterizadas de cerditas hasta que tales prácticas son prohibidas (¡vaya usted a saber por qué!) y el papi protagonista, ante semejante panorama, acaba comiéndose a su propia hija. Cine para toda la familia, vamos.

El segundo presentaba a dos asesinos a sueldo que, al llegar al domicilio de su víctima, descubren que se les ha contratado para acabar con la vida de un niño con superpoderes y bastante mala hostia. Imaginaos Solo en casa pero en lugar de Macaulay Culkin, tres velocirraptores dentro de la casa. Los comentarios del respetable lo hicieron terriblemente divertido.

Tras un breve descanso, comenzó la proyección de À l'intérieur (2007) de Julien Maury y Alexandre Bustillo. La película, que había sido proyectada en Sitges obteniendo una buena crítica, narra el acoso (asedio quizá sería una palabra más adecuada) que sufre la protagonista en su propio domicilio por parte de una extraña la noche anterior al día en que tiene previsto dar a luz. Salsa de tomate a paladas y una escena final memorable. Muy recomendable para todo aquel que quiera pasar un mal rato.

El estreno mundial de Dard divorce (2007) de Olaf Ittenbach era la segunda y última película. Creo que voy a ser incapaz de expresar como apestaba. Una auténtica basura. La protagonista (femenina, una vez más) deja a sus dos hijos con su marido (del que esta en proceso de divorcio) durante el fin de semana. El marido se enreda en un mal asunto de drogas y aparece (y desaparece) muerto en casa de su mujer. ¿Los chavales? Secuestrados, claro. A partir de ese momento, una serie de torturadores van visitando a la mujer intentando que esta les revele el lugar en el que escondió su marido la pasta. Unas interpretaciones peores si cabe que el guión y una vuelta de tuerca final realmente absurda completan el pastel. Me quedo con los gritos más repetidos durante la proyección:
- Olaf! Eso era innecesario!
- Olaf, sinvergüenza! sal a dar explicaciones!
pd - Los más avispados os habréis dado cuenta de que falta el post "la semana (II)", disculpad la confusión. Marita la mandrosa lo colgará en breve.
Espero que os hayan gustado estas breves crónicas, el año que viene más.

3 comentarios:

miguel dijo...

aaayyyy, la marieta mandrosa...

miguel dijo...

y por cierto, muy buena la foto de la butaca.

veo que aprovechas tu nuevo juguete.

iker dijo...

me alegro q t guste.