jueves, 1 de noviembre de 2007

nostalgia

En el número de Noviembre de la revista Investigación y Ciencia (versión española de Scientific American) nos presentan un juego que a muchos de nosotros nos llena de nostalgia.

En la sección de Juegos Matemáticos, Juan M. R. Parrondo habla sobre un juego de carreras que se juega con un papel cuadrículado y un bolígrafo. Gracias a su accesibilidad, este juego nos tuvo entretenidos a muchos de nosotros durante las tediosas clases de Latín y (insertar cualquier asignatura aburrida aquí).

Este juego, conocido en algunos lugares como Race Track, consiste en correr sobre un circuito dibujado en un papel cuadriculado.

Los jugadores se turnan para mover su coche según las siguientes reglas. Un coche ha de repetir cada turno el movimiento del turno anterior modificándolo en una casilla en cualquier dirección.

En la imagen adyacente se ve en negro el movimiento que realizó el coche en el turno anterior, y en gris las casillas a las que puede mover en el turno actual.

Esta mecánica se repite hasta que se acaba la carrera. Un ejemplo de cómo se desarrolla una carrera sería el siguiente. Se puede ver cómo el coche rojo tarda demasiado en frenar antes de la curva y por ello el negro consigue aventajarle a la salida de la curva.


Según la versión de las reglas se puede dar distinto tratamiento a un coche que se sale de la pista. Las dos opciones más extendidas son que pierda automáticamente la carrera o bien obligarlo a frenar, cambiar de sentido y volver a entrar en la pista en algún punto anterior a aquel por donde se ha salido.

Existe una versión en flash de este juego llamada Vector Racer, por si queréis probarlo, aunque he de decir que resulta mucho más divertido jugar con amigos en un papel cuadriculado.

Por último, circula un rumor de que un pequeño pero competente estudio de desarrollo está trabajando en una versión de este clásico para la consola Nintendo DS. Si hay alguna novedad al respecto os informaremos puntualmente.

1 comentario:

chuk dijo...

Mmm, me pregunto quienes formaran ese pequeño pero competente estudio...
Buen post!