En un pueblo de montaña se desata una epidemia mortal y contagiosa, cuyo único síntoma visible consiste en la aparición de un enorme punto rojo en medio de la frente. Uno de los habitantes del pueblo, al caer en la cuenta de que vio a un monje con dicho síntoma, envía una carta al monasterio avisando de la epidemia.
Al tratarse de una orden muy estricta, no son permitidos los espejos ni tampoco está permitido que los monjes hablen entre ellos. Sin embargo, una mañana, a los días de saber que al menos uno de ellos esta afectado por la epidemia, se encuentran con que todos y cada uno de los monjes enfermos se han ahorcado en sus aposentos, para no contagiar a sus hermanos.
Sabiendo que los monjes eran todos muy inteligentes y que únicamente se ven una vez al día para comer, ¿cómo creéis que los monjes infectados se dieron cuenta de su estado?
Conviene aclarar que desde la recepción de la carta hasta la aciaga mañana del descubrimiento no hubo en el monasterio más contagios.
Gracias a Raúl por esta bonita adivinanza.
5 comentarios:
salvo que los monjes tuvieran sitios fijos en el comedor, un buen indicio para descubrir a los infectados sería el revuelo (codazos y empujones en el más estricto silencio) por no sentarse a su lado a la hora del almuerzo.
ya conocía una variante de esta adivinanza así que voy a ceder el honor de comentar la verdadera solución. sin embargo, el hecho de que todos y cada uno de los monjes infectados elijan la horca para poner fin a sus vidas me tiene intrigado. ¿alguna antigua tradición de la orden?
cabrón, todavía estoy con la variante de la prisión, no está fácil.
Por si acaso aclaro que no hay nada del tipo "codazos y empujones" que comenta Iker jocosamente. La única información que tiene cada monje es ver a diario a todos los demás monjes y si están enfermos o no.
Lo del ahorcamiento es porque la principal actividad del monasterio era fabricar cuerdas de escalada reforzadas y con gore-tex, por lo que la inspiración es obvia :D
creo que con lo del gore-tex estás dando demasiadas pistas. ahí lo dejo.
Shhhhhht...
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