Baches y Cachivaches puede ser un juego repetitivo, con un control pesado y exigente por momentos y en el que no se ha acabado de exprimir el metalenguaje videojueguil que sirve de nexo a la historia; pero pasar media mañana creando tu propio Camionosaurio en el editor de vehículos y pasearlo, más tarde, por los escenarios más inverosímiles del juego no tiene precio.
Y para acabar de alegrarme la mañana, mientras buscaba alguna imagen del monstruo original con la que agasajarles, he descubierto -agárrense- que ¡el Camionosaurio existe! y que aún quedan hombres íntegros en Hollywood.
"Coche loco, no se si tragarte o besarte."
John Camionosaurio
1 comentario:
¡Come, Camionosaurio, come!
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