Uno de los planteamientos y una de las escenas más turbadoras que he visto últimamente:
En un distante futuro en el que los chicanos siguen existiendo y sustentando con su mano de obra las explotaciones mineras espaciales, con el fin de reducir los costes en las mismas, las corporaciones someten a sus trabajadores a una intervención quirúrgica durante la que se les retira una porción de cara que incluye nariz y boca y que sigue conectada al resto de su cuerpo en un plano dimensional alternativo. Almacenadas en estanterías, las bocas y narices se alimentan y respiran aire limpio mientras sus respectivos dueños son enviados a picar piedra al cinturón de asteroides rodeados de un extraño y constante silencio. Y como buenos mejicanos, mientras trabajan cantan.
Speak No Evil, Melancholy of a Space Mexican.
martes, 23 de junio de 2009
melancolía de un mejicano espacial
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