La gente de Willow Garage, una empresa de robótica muy interesante de la cual ya os había enseñado otros polémicos vídeos, se está planteando cómo avanzar en la interacción entre su robot estrella, el PR2, y los humanos. Para ello, están intentando hacer que el comportamiento del robot refleje lo que ocurre en su pequeño cerebro silíceo.
Con la ayuda de un veterano animador de Pixar, Doug Dooley, han preparado las siguientes demostraciones de concepto, en las cuales se ve cómo el robot intenta abrir una puerta o pedir ayuda a las personas cercanas para conectarse a un enchufe en la pared.
Si alguien quiere seguir la evolución de este proyecto privado, que no tiene nada que envidiar al trabajo de investigación de muchos grupos universitarios, le recomiendo encarecidamente que se suscriba a su blog.
4 comentarios:
gran poder el del gesto! gran post!
juas juas juas
no sería más fácil enseñarle al robot a que se enchufe el solito?!
Ya lo hace pero a veces falla porque, desde luego, conseguir eso es cualquier cosa menos fácil ;)
pobre robot!! esq esos enchufes yankis son muy complicados!
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