Hace ya un par de semanas que fuimos a ver las grutas de Nombre de Dios, en las cercanías de Chihuahua. Dicen que son extraordinarias, en referencia a que en pocas grutas del resto del mundo pueden encontrarse formaciones geológicas similares. Así que, ni cortos ni perezosos, nos embarcamos en un viaje a las entrañas de la sierra colindante.
Las grutas fueron descubiertas por los jesuitas que llegaron a este territorio, y poco a poco las historias de la presencia de metales preciosos (plata sobre todo) fueron haciéndolas más y más populares entre los aventureros y los que buscaban una ganancia rápida, sin pensar muy bien los riesgos; por este motivo no pocos han perecido en las salas de Nombre de Dios. La entrada, ahora acomodada para las visitas, era una amplia grieta dibujada en la montaña, dando a una gran bóveda; pero por el interés científico y turístico han hecho necesarias varias adaptaciones para facilitar el paso.
Durante el paseo el guía comentaba que los espeleólogos o aventureros se guiaban por formas en las rocas, a las que dieron nombres para recordarlas mejor. Muchas veces influye el ángulo o la iluminación, pero varias de ellas eran muy acertadas. Entre las más destacadas (y que pongo en las fotos más abajo) se pueden observar las siguientes: el Quijote, el Unicornio, el Castillo, el Corazón o el Dinosaurio (¡no podía faltar en este blog!). Había muchas más, pero estas me parecieron las más llamativas. También gracias a su ayuda pudimos ver la plata incrustada en roca, o piedras que amplificaban los haces de luz dirigidos hacia ellas. Existe una sala llamada "Cascada" que estaba formada por este tipo de rocas y en donde habían orientado un foco a estas piedras. Decía que el espectáculo era maravilloso, pues iluminaba toda la sala; pero al parecer el calor del foco secaba la humedad de la composición de las piedras, haciéndolas cambiar de color y perdiendo así su capacidad para con la luz.
Adjunto plano de la página oficial:
Una lástima que mucha gente expoliase la riqueza natural de estas cuevas: en primer lugar aquellos que buscaban metales preciosos, y después los que creían que las estalactitas tenían algo de valor en el mercado. Gracias a estos últimos se pueden ver muchos picos partidos, haciendo menos impresionante el paseo. Un comentario que me hizo mucha gracia, a colación de este tema, fue cuando nos preguntaron cómo se llaman las formaciones cuando una estalactita y una estalagmita se unen. Al responder, el guía nos dijo que una señora le espetó que se llamarían estanjuntitas. No están faltos de humor tampoco en este país.
Tras un paseo de una hora, sufrir humedad y calor considerables por las presiones internas de la cueva, y ver unas cuantas piedras, agujeros y pasadizos, existe la posibilidad de rappelar por un hoyo bien profundo y oscuro. Esto es opcional y con cargo extra, aunque por las condiciones en las que fuimos (algunos con con novias o hijos pequeños) no pudimos completar la experiencia en estas cuevas. Y aquí quedan las mentadas fotos para que podáis disfrutar, al menos digitalmente, de un interesante paseo geológico. Desde el álbum de picasa podréis ver algunos comentarios añadidos, ya específicos de cada foto:
Nota: Existen también otras cuevas, estas sí únicas en el mundo y descubiertas aproximadamente hace 10 años, que deben de ser absolutamente espectaculares, con cristales de cuarzo del tamaño de un arbol. El problema es que no están abiertas al público en estos momentos. Me da mucha rabia, pues no se puede perder la ocasión de ver algo así una vez has cruzado una cuarta parte del planeta. Dejo aquí aunque sea el enlace a las Cuevas de Naica. Recomiendo echar un vistazo a la fotogalería (con derechos de autor).
Leer más...
Sólo resumen...