atrincherado

Hace un par de semanas Juan Manuel de Prada defendió, en un polémico artículo titulado Creacionismo, "que la ciencia nunca podrá refutar la intervención divina en el origen del hombre; y que, en cambio, el mero sentido común nos enseña que ciertos misterios que rodean dicho origen no son explicables a la mera luz de las teorías evolutivas" y utilizó variados argumentos falaces para poner en duda el legado de Charles Darwin y anotarse un punto ante los amiguitos de los dinosaurios. Como no podía ser de otra forma, le cayeron (bien merecidas) hostias por todos lados.

Con su débil escudo aún maltrecho, esta semana vuelve a la carga y no duda en meter en el mismo saco (en el de las trivialidades y las intrascendencias) al espiritismo, a la ingeniería genética, al Progreso y al Libre Mercado. Y a tomar por culo.

Todo parece indicar que el señor De Prada ha decidido atrincherarse en su página dominical y que va a intentar resistir contra viento y marea la que le viene encima. Y algunos lo acabaran venerando y encumbrando. Al tiempo.