Ya de vuelta de la exposición, no queda más que recomendarla. Me ha gustado, a pesar de lo obvio, e incluso más que la exposición me ha gustado el espacio de la Fundación Canal (Isabel II). Ha sido una grata sorpresa ver la sala de exposiciones decorada con paredes de tela roja con filigranas de flores, en plan vodevil. Puertas de madera con mirilla, invitándonos a 'cotillear' que hacen al otro lado las personas que miran culos; vemos al espectador como un elemento más de la exposición. Finalmente, encontramos unas puertas con pequeños venanillos, pidiéndonos entrar en el juego de mirar traseros furtivamente, sintiéndonos auténticos voyeurs mientras tanto.
Los traseros han sido variopintos: grandes, pequeños, bonitos, morbosos... Buenos fotógrafos sacan buenas fotografías en definitiva, cada uno de modo muy personal por cierto. Muy bien también que no sea demasiado extensa la muestra, ya que cuando llegas al final estás satisfecho, pero sabes que otra sala te hubiese saturado. Dejo aquí el más hermoso de todos los que he visto, y si la gente quiere comparar gustos, recomiendo a todos la asistencia, ¡es gratis!
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