¿Alguna vez os habéis llenado la boca con la cantidad suficiente de galletas o chocolate antes de meteros en la ducha, para poder seguir masticando bajo el chorro de agua? El cerebro sufre un ligero desconcierto ante la combinación de situaciones y la sensación es realmente agradable.
miércoles, 30 de abril de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
10 comentarios:
estas zumbado, me sorprende ser la primera en publicar un comentario!
mañana hago la prueba!
si, estas zumbado.
y por cierto, ¿no sería más cómodo dejar la tableta de chocolate o las galletas junto a la ducha y así no tener que llenarte la boca tanto? si me apuras podrías dejar también una toallita de manos para no mojar el resto de las galletas. :D
miguel, se trata de disfrutar del momento, no de zamparse tres paquetes de galletas mientras te duchas.
despues de tanto tiempo juntos me sorprende enterarme en un post de q comes en la ducha... aunque, sinceramente, prefiero no haberlo tenido q presenciar :P
si ando con prisa me lavo los dientes mientras me ducho...pero de ahi a desayunar...uf!
Lo estais malinterpretando, no es por ahorrar tiempo, es sólo por el placer de comer en la ducha...
gracias, jon.
vosotros sí que malinterpretais. yo en ningún momento he hablado de zamparse ninguna caja de galletas, y menos aún 3. eso lo ha creado tu mente calenturienta.
lo que yo digo es tenerlas a mano y poder ir disfrutando el momento lentamente, bocado a bocado, como si fueses mitxu desayunando. :D
Bocado a bocado... joder, ¡que somos cultusaurios! Hay ciertos placeres que no se disfrutan plenamente poco a poco. Un puñado de galletas es uno de ellos.
Es más, una de las cosas más bellas es la lucha fraticida de tus labios contra el agua para que no se lleven esos trozos de galleta que se te escapan de la boca porque literalmente "tienes el buzon lleno"
sí, es un gran momento, menos mal q todavía queda gente con sensibilidad
Publicar un comentario